Devaluación del bolívar y contrabando obligan a gobierno de Maduro a evaluar alza del precio de la gasolina

La evaluación sobre establecer un precio variable en el costo de la gasolina con precio en dólares vuelve a formar parte de los escenarios que hacen técnicos del área de Mercado Interno del Ministerio de Petróleo y de Petróleos de Venezuela (PDVSA), tomando en cuenta que la tarifa de 50 centavos de dólar por litro que se estableció a mediados de 2020 estaba acorde a los estándares internacionales de ese momento, pero no para 2022.
El principal problema está en que nuevamente aparece el contrabando de gasolina desde Venezuela hacia Colombia e islas del Caribe. A principios de 2020 la situación era inversa por la escasez que se dio debido al colapso en el sistema de refinación nacional, pero la actual operatividad -incluso al precio subsidiado- está favoreciendo el comercio ilegal.
Hay dos elementos que propician el contrabando. Primero, que Venezuela mantenga un precio de la gasolina subsidiado, aunque con venta controlada, que desde hace un año está en 10 céntimos de bolívar por litro, equivalente a 2 centavos de dólar para ese momento, pero con la devaluación pasó a costar solo un centavo por litro.
Segundo, el déficit que afronta Colombia en la producción de gasolina, el cual era cubierto con importaciones, pero se ha encarecido debido al repunte de precios por la guerra en Ucrania.
Los escenarios para Venezuela -sujetos a una decisión que finalmente corresponde al presidente Nicolás Maduro- parten de elevar a un rango entre 60 y 70 centavos de dólar por litro en las llamadas estaciones de servicio dolarizadas o de referencia internacional, lo que implicaría un aumento no menor a 20% y duplicar la tarifa subsidiada a 20 céntimos de bolívar.