El Mundo de la Energía
Viernes 22 Noviembre 2024 08:34:02 PM

“Maduro como persona particular no sufre las sanciones petroleras”

Sutherland: “Hay gente que trata de llenar de flores a las sanciones” (Foto CIFO)

Por Alexander Uzcátegui

El economista Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) forma parte de un grupo de 25 personas que firmaron una carta dirigida en primer lugar al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para que considere una flexibilización en las sanciones que impiden la venta de crudo venezolano hacia el mercado norteamericano.
El experto es del criterio que la administración de Nicolás Maduro y en particular Petróleos de Venezuela (PDVSA) encontró una manera de evadir las sanciones: los suministros a China con enormes descuentos y una cantidad de trasbordos.

-Queríamos saber sus impresiones acerca de la famosa carta de los 25 que se le dirigió al presidente de Estados Unidos Joe Biden, en donde hay varios economistas, periodistas, varias personalidades del ámbito venezolano. ¿Qué criterios motivaron esa carta?

-Yo creo que la carta es un llamado a que de alguna manera para que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reconsidere la opinión de algunas personas que somos críticas a la política de sanciones hacia Venezuela. Creo que tratamos de exponer desde la oposición que las sanciones no son la vía para el cambio ni para favorecer la transición política. Particularmente te diría que ha habido algún rechazo por parte de algunas personas a la carta cuando vemos que hubo otra por parte de 68 firmantes con lo que podríamos llamar como una contra carta. Creo que no hay una lectura correcta de la misma cuando vemos como tratan de atacarla por  las redes sociales.

-¿Por qué considera que no existe una lectura correcta?

-De lo que se trata es de eliminar sanciones que sean sectoriales, es decir, a la economía y no sanciones particulares a violadores de derechos humanos, corruptos, personas, particulares. Segundo, la carta no dice que la crisis es culpa de las sanciones como se ha llegado a decir que la crisis de alguna manera previa a las sanciones, pero que las sanciones agravan las consecuencias sociales de la crisis. Tercero, la carta no asegura que el ingreso petrolero adicional que se pueda conseguir para el país, sea completamente para el Gobierno sino que se propone que sea usado para aliviar la crisis humanitaria y sugiere alternativas para que ese ingreso petrolero, de la venta de petróleo hacia Estados Unidos, pueda ser auditable, verificable, fiscalizable, y empleado de una manera mucho más transparente y controlable por mecanismos que puedan ser parecidos a los que se utilizaron en Irak, cuando la ocupación de 2004, donde estuvo presente la Organización de las Naciones Unidas y organismos multilaterales chequeando y haciendo los pagos correspondientes a un fondo petrolero.  Creo que esos son los tres puntos clave en los cuales habría que enfocar la carta.

-Uno de los aspectos que se repite en las redes sociales como crítica es el argumento de que flexibilizar las sanciones es una manera de favorecer o darle aire al presidente NicolásMaduro. ¿Qué responde a eso?

-Yo no creo que se le esté dando un aire o un alivio a Maduro, quien por cierto realmente como persona particular no sufre las sanciones petroleras. Las sanciones son generalmente eludidas o evadidas a través de paraísos fiscales, cuentas offshore y diversas formas en las cuales. Muchas personas que son directamente tienen sanciones, en el caso del alto gobierno, no sufren realmente el impacto de las mismas.
Lo segundo es que la mejora de la economía y el bienestar de la población debe ser lo más importante debido a los efectos adversos de las sanciones.
Tercero, si  la mejora de la economía puede hacer que Maduro obtenga más popularidad, eso es ya una consecuencia que escapa de nuestras manos y no creo que la gente se convierta completamente en chavista, eso no tiene sentido y completamente absurdo.
Lo que queremos decir es que para nosotros lo más importante es el bienestar social y la necesidad de parar en seco la crisis humanitaria compleja, tratando de ofrecer alternativas y soluciones para mejoras sociales inmediatas. Ahora que eso pueda ser aprovechado políticamente por algún sector, para mí no es lo más importante. Lo importante es el impacto económico y social inmediato que pueda tener flexibilizar las sanciones.

-Otra de la crítica de la carta firmada por 25 personas es la afirmación de que 75% de los venezolanos rechaza contundentemente las sanciones sectoriales y apenas el 10% quiere que se mantengan. ¿De dónde surge esa cifra o porcentaje?

-Ese 75% de personas que estaban a favor de una flexibilización de las sanciones es un dato que deriva de una encuesta realizada por dos de los firmantes en su consultora como son Luis Vicente León y José Antonio Gil Yépez de Datanálisis. Esa firma hace encuestas por muestreo y  preguntan una cantidad de inquietudes, entre las que se encuentra la referida a la percepción sobre las sanciones.  Según esos estudios, 75% de las personas están de acuerdo con flexibilizarlas.

-¿Cómo hizo la administración de Maduro para evadir las sanciones en el caso particular de la venta de petróleo?

-Hay que aclarar algo, la destrucción de PDVSA es muy previa a las sanciones, y tiene años muy mal gestionada. Ha habido una explosión de la corrupción, despidieron a más de 20.000 personas en el paro de 2003. PDVSA tiene muchos años sin inversión ni mantenimiento. Se viene de una economía con un control de cambios en la que se vendieron los dólares que ingresaron por exportación de petróleo a un precio muy bajo, es decir, la sobrevaluación de la moneda que afectó terriblemente a los exportadores y se transfirieron esos dólares a los importadores. PDVSA tiene años regalando la gasolina y es una empresa con enormes problemas, igual que todo el sector petrolero, entonces las sanciones no son las culpables de la crisis petrolera.
La cuestión es que las sanciones dificultan al extremo la venta de petróleo y prácticamente prohíben a cualquier empresa que tenga negocios en Estados Unidos pueda hacer negocios con Venezuela. Si alguna empresa como Shell, Chevron o ExxonMobil hacen negocios con el petróleo venezolano, el Gobierno o Congreso de los Estados Unidos puede decir que están haciendo o conspirando para poder evadir las sanciones y eso tiene hasta responsabilidades penales en Estados Unidos.
Cada cosa que se hace puede ser muy duramente castigada. Cualquier empresa que compre nuestro petróleo directamente puede ser  expulsada o severamente multada por el  Departamento del Tesoro estadounidense. Por eso nadie quiere hacer fletes, comprar o negociar con nuestro petróleo. Por eso se ha tenido que vender a empresas relativamente fantasmas, muy chicas que compran el petróleo con fuertes descuentos, se mezcla en África, se revenden en Asia y el país pierde mucho dinero por la reventa del petróleo por esas vías triangulares. Se buscan intermediarios y como Venezuela tiene prácticamente bloqueado la correduría de pagos, muchos se han hecho en efectivo o a través de triangulaciones con intermediarios de forma muy oscura y eso lo que hace es obligar a que nos paguen mucho menos del valor del petróleo. Se abre las puertas a una oscuridad, una escasa transparencia que favorece muchísimo la corrupción.
La idea de eliminar también las sanciones en ese caso, es tratar de darle mucho más transparencia, formabilidad y auditabilidad a la venta del petróleo, lo cual debería obligatoriamente, aumentar los ingresos petroleros.

-En la carta se exhorta a llegar a acuerdos que permitan el regreso de las empresas petroleras occidentales. Aparte de Chevrón, ¿qué otras compañías se contemplan?

-Se supone que la idea sería abrir el mercado petrolero de manera total a las empresas trasnacionales que quieran invertir en sus negocios en Venezuela.
Actualmente PDVSA tiene acuerdos y deudas con Schlumberguer, Exxonmobile, ENI de Italia, Total de Francia y con un montón de empresas de varios países como Alemania, Japón y todas aquellas con las Venezuela tiene negocios en la faja petrolífera del Orinoco, y están ahora muy dispuestos a invertir, cobrar sus acreencias y tratar de hacer esquemas de inversión que pueda permitirles cobrar la deuda que tiene el gobierno venezolano con ellas y vender petróleo, pagando las regalías, los dividendos, y todos los impuestos que esa actividad genere.
La cuestión de las sanciones impide que esas inversiones se den y que el petróleo se pueda comercializar y frena todos esos esfuerzos. Si hay licencias para Chevrón y otras empresas estadounidenses, lo más lógico es que esas ventajas para extraer petróleo y dinamizar ese ámbito industrial, sean compartidas por otras empresas de otros países, que ya han manifestado intenciones de trabajar en el país.
Creo que hay una buena oportunidad para poder aumentar la producción petrolera y aumentar los ingresos nacionales. Eso depende también de la fuerza que se pueda hacer.

-¿Compartes con quienes afirman que una de las bondades de las sanciones ha sido que el presidente Nicolás Maduro se vio obligado a rectificar o corregir los errores de lo que se llama el legado económico del presidente Chávez como fueron las expropiaciones, estatizaciones, control de cambio y control de precios?

-Yo creo que no. Hay gente que trata de llenar de flores a las sanciones. Hay un economista bastante conocido que afirma que Venezuela en 2017 estaba peor y lo que ha ocurrido es que las sanciones mejoraron la economía y han servido para que los oligarcas corruptos venezolanos inviertan el dinero dentro del país y no afuera. Él tiene una especie de teoría Keynesiana -en el que las sanciones hacen crecer el Producto Interno Bruto (PIB) y llenan de bienestar a los países, lo cual me parece completamente ridículo.
En esa misma línea o árbol de disparates sale esta teoría, y yo creo que obviamente no. Las sanciones han causado daños a la economía, han hecho perder un montón de dinero a la economía y la han empeorado. No son las culpables de la crisis, pero indudablemente dificultan muchísimo la recuperación, cierran muchas puertas, congelan gran cantidad de dinero que se tenía en el extranjero y son una traba muy fuerte para el sector privado pueda comprar, vender o  hacer comercializaciones a gran escala y hacen que los precios de esas mercancías aumenten por la vía de costos que derivan de triangulaciones y de operaciones que tratan de evadir las sanciones.
Creo que de ni ninguna manera eso es cierto y más bien pienso que Maduro y el gobierno han tenido que suavizar los controles desde la explosión de la hiperinflación, la crisis y la caída brutal del ingreso petrolero. El gobierno se vio obligado a movilizarse de alguna manera en buscar recursos de otra forma.
También el asunto de la tremenda escasez y la destrucción industrial y agrícola que hubo en el país, obligó a que surgieran empresas de importación de alimentos y de cosas que son más o menos los bodegones, y una parte de sus empresarios tienen cierta afiliación con el gobierno, pero no todos.
Como eso se han venido abriendo restaurantes, hoteles y edificios de oficina, el gobierno ha visto que esa clase social le conviene por los negocios y asociaciones, ganan dinero, entonces también tratan de flexibilizar la ley y facilitarle las normas y las regulaciones para poder actuar.  

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PUBLICADO: 09 de mayo de 2022
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