“El Viernes Negro de Luis Herrera solo es superado por el desastre de Chávez y Maduro”

A 40 años del Viernes Negro, ese 18 de febrero de 1983 cuando se puso fin a la estabilidad de la tasa de cambio de 4,30 bolívares por dólar; el economista Miguel Rodríguez Fandeo, ex ministro de Planificación y ex presidente del Banco Central de Venezuela, cuestiona que durante este tiempo se hayan repetido y agravado la política cambiaria que se dio durante el gobierno de Luis Herrera Campins.
“Estos 40 años han debido ser los de la prosperidad más grande que se hubiera vivido en Venezuela y los problemas que llevaron al Viernes Negro y al control de cambios se trataron de corregir en 1989 con el programa de El Gran Viraje en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez”, comenta Rodríguez Fandeo.  “Ese día nunca ha debido ocurrir si no se hubiera dado la catastrófica gestión de política económica de Luis Herrera, que con este tipo de cambio sobrevaluado le regalo dólares al sector privado y a las familias más ricas de Venezuela, que sacaron sus grandes fortunas fuera del país y se hicieron accionistas de empresas importantes en el exterior”, comenta.
Rodríguez recuerda la frase “Recibo una Venezuela hipotecada” que expresó Herrera Campins el día de su toma de posesión como presidente el 12 de marzo de 1979 refiriéndose a la deuda pública externa que había contraído su antecesor y que partía del trabajo de auditoría que el ex mandatario le solicitó al ingeniero Juan José Bolinaga.
“¿Cómo es posible que Luis Herrera haya dicho que recibió un país hipotecado cuando Venezuela tiene superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos?”, aún hoy día se pregunta el ex funcionario. “Es una mentira histórica decir que Carlos Andrés Pérez dejo un país hipotecado cuando culminó su primer gobierno, y en verdad es que el error es del gobierno de Luis Herrera con el famoso informe Bolinaga, un ingeniero que se le ocurrió hacer la sumatoria de los pasivos que tenía el sector público, pero olvidó algo importante como era hacer una auditoria de los activos que estaban depositados en la banca internacional del Banco Central de Venezuela (BCV), el Fondo de Inversiones de Venezuela (FIV) y Petróleos de Venezuela (PDVSA)”, añade.
Indica que el BC, el FIV y PDVSA acumulaba alrededor de 30.000 millones dólares, monto que superaba la deuda pública externa, que básicamente estaba contraída por empresas adscritas a la Corporación Venezolana de Guayana como Edelca (Electrificación del Caroní), Sidor (Siderúrgica del Orinoco) y las empresas del aluminio. “Las empresas de Guayana se endeudaron en con la banca internacional porque no hubo proceso de intermediación interna y el sector bancario venezolano era demasiado raquítico para atender el volumen de recursos”, acota.
El ex ministro y ex titular del BCV califica de “disparatada” que la administración de Herrera Campins en 1981 –dos años antes del Viernes Negro- haya optado por “quemar” las reservas internacionales que tenía la República en el exterior para mantener la paridad de 4,30 bolívares por dólar en un escenario de repunte inflacionario.
Así mismo critica que la solución haya sido la de implantar un control de cambios que se mantuvo durante el gobierno de Jaime Lusinchi –que abarcó el quinquenio comprendido entre 1984 y 1989- con tasas de cambio preferenciales que continuaron propiciando la salida de capitales y casos de corrupción en el otorgamiento de divisas.
Rodríguez critica que en 1994 nuevamente se haya implantado un control de cambios en el segundo gobierno de Rafael Caldera y a partir de 2003 con Hugo Chávez y luego con Nicolás Maduro, quien frente al problema de la hiperinflación en 2019 optó por una dolarización de facto.
“Desde 1958, cuando cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, los único gobiernos que se salvan son los primeros gobiernos de la democracia y los dos de Carlos Andrés Pérez”, sentencia Rodríguez. “El Viernes Negro de Luis Herrera, con sus causas y efectos, solo es superado por el desastre económico que hemos visto con Hugo Chávez y Nicolás Maduro que también han entregado dólares al sector privado, la destrucción de PDVSA y el daño que hicieron con las expropiaciones”, añade.
Asegura que las medidas económicas adoptadas sobre todo por Chávez y Maduro impidieron que Venezuela en la actualidad estuviera produciendo 10 millones de barriles diarios.