El Mundo de la Energía
Domingo 15 Junio 2025 06:19:53 AM

El ‘Efecto Chevron’ creó tres mercados cambiarios en Venezuela

Leonardo Vera: Aunque el Banco Central no lo diga, su tasa de cambio es regulada, es decir, no es plenamente libre (Foto Academia Nacional de Ciencias Económicas)

Andrés Rojas Jiménez

“El choque petrolero que se avecina”. Esa frase forma parte del título de un artículo escrito por Leonardo Vera, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, referido justamente a los efectos que varios factores vinculados al sector de los hidrocarburos tendrían sobre el comportamiento de la producción en Venezuela.
Todo parte de la decisión del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos de no permitir que la compañía energética Chevron, en su condición de socio de Petróleos de Venezuela (Pfvsa) en cuatro empresas mixtas, pueda invertir en aumento de producción y exportar ese crudo a territorio estadounidense como venía ocurriendo desde enero de 2023, tras la flexibilización de sanciones por parte de la administración de Joe Biden. Los efectos positivos de esa medida sobre la economía venezolana pasaron a conocerse en la jerga vernácula del país como el “Efecto Chevron”.

-¿Considera que la economía venezolana estuvo marcada por lo que se llamó el “Efecto Chevron”?

-En efecto, la posibilidad de que Chevron a través de sus empresas mixtas pudiera comercializar crudo en el mercado internacional, particularmente en el norteamericano, y también pudiera generar divisas y se le diera autorización de venderlas directamente en las mesas de cambio de los bancos, permitió de alguna manera estabilizar la tasa de cambio durante casi un año.
Yo diría que entre agosto y septiembre de 2023 y julio y agosto de 2024, el gobierno pudo sostener su política de anclar la tasa de cambio oficial en Venezuela y usar eso como instrumento contra la inflación. Es decir, en gran medida gracias a que las empresas petroleras, particularmente Chevron, tuvo la oportunidad de vender dólares en ese mercado fue un salvavidas importante para tratar de darle sustento a la estrategia contra la inflación mediante el anclaje cambiario, pero sabemos que fue un esquema que se quebró desde agosto del año pasado y ahora no es mucho lo que Chevron puede hacer porque el mercado cambiario se ha modificado diametralmente.

-Un artículo que escribió sobre la economía venezolana para 2025 lo tituló “El choque petrolero que se avecina”. ¿Ese choque es producto de lo que está ocurriendo en el mercado cambiario o por la revocatoria de la licencia o la autorización a Chevron de permanecer en el país simplemente cuidando sus activos?

-La economía de Venezuela en este momento está sometida a varios choques. Me refiero a ese choque petrolero porque tiene variantes, comenzando por la disminución en el precio de venta del crudo. El Brent, que es el marcador internacional, se ha venido a menos y ha perdido alrededor de 10 dólares.
Uno supondría, entonces, que entre enero y mayo de este año la mezcla de Venezuela también ha perdido valor. Por tanto, hay un choque de precios en el mercado internacional que muy poco o nada tiene que ver con la licencia de Chevron. La primera parte del choque o el primer componente es el hecho de que en el mercado internacional el precio del petróleo está cayendo. Con respecto al promedio del año 2024, la caída no es tan grande, pero hay un descenso.
La segunda variante es la decisión del gobierno de Estados Unidos, a través de los OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro), que Chevron se quede en Venezuela solo protegiendo sus activos, pero sin operar, comercializar y mucho menos vender crudo en los Estados Unidos. Esos 250.000 barriles diarios de crudo que llegó a enviar Chevron al mercado norteamericano ahora habría que desviarlos al mercado asiático, donde ese crudo se vende a unos intermediarios que después lo reexportan a Malasia y Singapur.
Luego ese crudo lo envían a China en una operación que resulta muy opaca y con una venta con descuentos que nosotros no sabemos muy bien. Hay varias estimaciones de cuánto puede ser ese descuento, hablan de 10, 15 y 20 dólares. He escuchado hasta de 50 dólares por barril al que se vende ese crudo. Eso va a tener un impacto si Venezuela tiene que desviar crudo al continente asiático.
El tercer componente, es que, si Chevron no sigue operando, vamos a decir que no sigue asumiendo la operación, entonces Pdvsa tendrá que hacerlo y quizás no lo podrá asumir con la misma eficiencia. Por lo tanto, uno podría esperar una caída en la producción de esas asociaciones, particularmente las dos más importantes, que son PetroPiar y PetroBoscán como ya sucedió anteriormente. El tercer componente de ese choque es la caída volumétrica en la producción y en las exportaciones, que también afectarían los ingresos.

-¿Cuál es el impactó que tiene en esas cajas?

-Para mí es más importante el efecto en el mercado cambiario que en la caja fiscal, pero no hay que desconocer el hecho de que obviamente un choque de ingresos sobre la actividad petrolera en Venezuela afecta sin duda alguna al tesoro venezolano, es decir, a la hacienda pública.
En cambio, en materia cambiaria, por la misma crisis que viene ocurriendo desde agosto del año pasado y que todavía no ha podido ser contenida, creo que los efectos pueden ser muy importantes y tenemos que prepararnos para una oferta de divisas menor porque ha venido disminuyendo en las mesas de cambio de los bancos y es parte del problema que se ha presentado.
La otra parte tiene que ver con una demanda muy nerviosa en busca de dólares que no puede ser atendida y eso es lo que está presionando al mercado paralelo. Por tanto, es un momento en el que se tiene una crisis cambiaria que no ha podido ser contenida, la noticia de una profundización en la caída de los ingresos petroleros no puede ser buena y tiene que ser leída obviamente por los agentes que están involucrados en ese mercado como un escenario negativo.

-A Chevron se le autorizó vender divisas en el país, pero no al Banco Central de Venezuela (BCV) o a la banca pública, sino a determinados bancos privados que estaban autorizados. ¿Eso implica que el mercado cambiario con licencia de la OFAC tuvo unas particularidades distintas a lo que conocíamos en el pasado?

-Sí, es correcto. El Banco Central de Venezuela es una institución que está bajo la óptica de la OFAC. ¿Qué pasó? Se crearon tres mercados cambiarios a nivel de los bancos: el mercado donde vende el Banco Central a los bancos, que lo llaman de intervención; el mercado donde venden las operadoras petroleras como Chevron, que está también muy disminuido y el mercado del menudeo, es decir, tres mercados, ninguno se comunica y no se puso a esos tres mercados a competir.
Creo que hubo un error en el diseño de esa microestructura, quizás también obligados por la situación de las sanciones de s Estados Unidos al tener que crear un canal exclusivo a los dólares que vienen por la actividad petrolera, particularmente los dólares que venían de la operación de Chevron. Algunos iban al mercado donde vende Chevron, otros al menudeo y otros clientes iban al otro mercado con presencia de la banca pública. Ese sistema ya no funciona más y hay que buscar uno nuevo. Justamente al hablar del choque petrolero al que Venezuela va a estar enfrentando en los próximos meses, es un llamado de atención a la necesidad de hacer un nuevo diseño del mercado cambiario.

-¿Se puede decir entonces que el “Efecto Chevron” creó tres mercados cambiarios en Venezuela?

-Sin duda. Terminamos con una estructura de tres mercados y si alguien no consigue divisas por alguno de esos canales, tiene que ir irremediablemente al mercado paralelo.

-¿Hubo un momento en el que las tasas de cambio de esos tres mercados fueron similares?

-Aunque el Banco Central no lo diga, su tasa de cambio es regulada, es decir, no es plenamente libre y como eso tres mercados no se comunican entonces la tasa debería ser diferente. Sin embargo, eso no era lo que veíamos.

-¿Por qué?

-Porque evidentemente el Banco Central interviene y regula las tasas en esos tres mercados, entonces nunca fue un mercado libre y la prueba de ello es que aún sin control de cambios, el mercado paralelo no ha desaparecido del todo, ha tenido visibilidad y evidentemente se ha hecho más importante.

-Planteas un escenario en el que los ingresos petroleros caerán 20% este año. ¿Puede ser mayor esa caída?

-Puede ser menor incluso o mayor. Va a depender mucho de cuál va a ser la reacción de PDVSA particularmente, y del Ejecutivo Nacional frente a la realidad que se venga presentando con respecto a sus socios en la producción y comercialización de crudo.
Si Chevron, por ejemplo, no sigue operando como pareciera ser, entonces, PDVSA tiene que rápidamente reaccionar y buscar algún tipo de nuevo socio o tratar de hacer grandes esfuerzos por mantener la operación en cada una de las cuatro asociaciones que tiene. Recordemos también que hay problemas similares con los otros socios, con quienes la situación puede complicarse por el hecho de que tenemos menos acceso a los diluyentes y gran parte del crudo venezolano tiene que ser mezclado.
Es una situación complicada que hace presumir que sí puede haber una merma en la producción y en las exportaciones. Si eso es así, Venezuela en los próximos 7 meses tiene que ir reduciendo su producción al punto que en diciembre podría disminuir en 150.000 barriles diarios, y eso va a significar quizás unos 2.000 millones de dólares menos durante este año; y unos 1.000 millones de dólares que el Fisco dejará de percibir. Ese es un escenario, pero recuerda también que están los otros dos escenarios.

-¿Cuáles?

-El hecho de no vender en Estados Unidos significa hacerlo con descuentos en Asia y eso también disminuye los ingresos. Adicionalmente, el precio del crudo en el mercado internacional está bajando como mencioné anteriormente. Creo que es inevitable que los ingresos petroleros de Venezuela al cierre de este año van a ser bastante menores a los que fueron el año pasado.

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PUBLICADO: 14 de junio de 2025
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