Jesús Gómez, miembro de la Comisión de Energía y Ambiente de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, resaltó en el Foro Energías renovables y cambio climático: Experiencias Europeas, que Venezuela desde los años sesenta tenía una matriz energética predominantemente hídrica pero que debido a las malas políticas y malas decisiones que se han implementando durante los últimos 20, y especialmente durante los últimos 10 años, se fue cambiando a una matriz esencialmente térmica, y eso explica buena parte del problema que tenemos hoy en día y de la crisis eléctrica que estamos viviendo.
Durante su ponencia en el evento organizado por el Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA y FEDEUROPA , Gómez explicó que las centrales termoeléctricas no solo generan gran cantidad de dióxido de carbono, contribuyendo al calentamiento del planeta, sino que requieren de gas para su funcionamiento y en el caso venezolano, debido a que la mayoría del gas disponible es el asociado al petróleo, al caerse la producción petrolera y pasar de 3 millones de barriles diarios a 750.000 barriles diarios, se cae automáticamente la del gas creando escasez de este insumo, y como consecuencia la indisponibilidad de las plantas térmicas está por encima del 85%. “Las fuentes de energías térmicas están sujetas a los vaivenes del mercado, en términos del precio del petróleo, lo cual las hace absolutamente inestables, pues no tenemos una garantía de suministro permanente”, agregó.
Por otro lado, el también consultor en Hidroelectricidad, energías renovables y cambio climático, resaltó que Venezuela además puede usar la radiación como fuente de energía, no contaminante, debido a que el país por su ubicación en el planeta podría generar 2.200 kilovatio hora por metro cuadrado y posee en su territorio muchas zonas ideales para instalar los paneles solares. “El área del Guri a su cuota 271, que es su cota máxima de operación, son 4.200 kilómetros cuadrados, sin embargo, toda la electricidad que consume hoy en día Venezuela por encima de 100 teravatios hora por año se podrían generar con 600 kilómetros cuadrados de paneles solares”.
La energía proveniente del viento, conocida como eólica, también la podría usarla Venezuela, según el especialista, con la limitante que este tipo de energía se podría explotar básicamente en la parte norte costera del país.
Finalmente, Gómez propuso que la matriz energética que se use para Venezuela sea aquella que tenga mayor cantidad de energías renovables dados los bajos costos de su implementación y que se liberen los 300.000 barriles diarios de petróleo que se están consumiendo en las plantas termoeléctricas para reorientarlo hacia la exportación y obtener divisas.
Otros de los ponentes del evento realizado en la sede del IESA fueron el investigador en Ingeniería Eléctrica en laboratorio de alta tensión, Yarú Méndez, quien habló sobre la experiencia de Alemania en la transición Energética; el consejero de la embajada de Italia, Steffano Marguccio y el analista de sistemas de Información y Documentación, Fernán Goatache, quienes expusieron la estrategia que Unión Europea, con énfasis en Italia, tienen para asegurar un futuro donde la emisiones de gas de efecto invernadero se reduzca a cero; y la diputada y presidenta de la Sub Comisión de Cambio Climático, Gabriela Hernández, quien habló del Plan país: acción Climática y las posibilidades que tiene Venezuela de substituir los ingresos petroleros y mineros con los ingresos por la vía del turismo, ayudando además a conservar la vida del planeta.
PUBLICADO: 27 de septiembre de 2019