El Mundo de la Energía
Sábado 23 Agosto 2025 06:09:29 AM

“A Trinidad y Tobago le será muy difícil reemplazar el gas de Venezuela por el de Guyana”

Rubén Pérez: El gobierno de Trinidad y Tobago, junto con Shell, están tratando de negociar la reactivación de las licencias, sobre todo por el campo Dragón (Foto ChemStrategy)

Andrés Rojas Jiménez

El gobierno de Venezuela mantiene el plan de comenzar a explotar el gas natural del campo Dragón a Trinidad y Tobago a partir del año 2026, pero es clave que se cumplan dos premisas: primero, que el gobierno de Estados Unidos reactive las licencias que concedió el Departamento del Tesoro; y segundo, que la nueva primera ministra de esa nación, Kamla Persad-Bissessar, retome la estrecha relación que mantuvieron sus antecesores con Caracas.
El ingeniero Rubén Pérez, director de la firma consultora ChemStrategy, especializada en gas natural, energías renovables y petroquímica, considera que los criterios técnicos y económicos lograrán superarse, permitiendo que finalmente Venezuela exporte gas y pueda ser procesado en las plantas de licuefacción con las que cuenta Trinidad y Tobago.

-¿Cuál es la estrategia que tiene la nueva primer ministro de Trinidad y Tobago?

-Quiero comenzar diciendo que la relación entre ambos países se ha fortalecido en los últimos 20 años. Han pasado diversos gobiernos, tanto en Trinidad y Tobago y en Venezuela, pero vemos que las relaciones al iniciar este nuevo gobierno en mayo empezaron complicadas con las declaraciones bastante agresivas por parte de la nueva primer ministro Kamla Persad-Bissessar y el ministro de Energía e Industrias Energéticas, Roodal Moonila, hacia lo que se ha desarrollado con Venezuela.
Las últimas semanas, no obstante, bajaron el tono. Ya está un poco menos sensible la situación política de Trinidad y se prevén nuevos acercamientos entre ambos Estados. Por mencionar un dato: el nuevo gobierno tiene muy clara la situación de Trinidad y Tobago con el gas natural.

-Hemos visto al exministro de Energía, Stuart Young, quien también fue por pocos meses primer ministro de Trinidad y Tobago, ahora como dirigente de la oposición cuestionando al actual gobierno por no regirse por criterios técnicos en cuanto a los acuerdos del proyecto del campo Dragón.

-Es así. Sin embargo, hay que recordar que este es el segundo gobierno de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, del partido Congreso Nacional Unido. Durante su primer gobierno, entre 2011 y 2015, se elaboró el Plan Maestro de Gas Natural de Trinidad y Tobago, el cual fue coordinado y ejecutado por una de las principales empresas consultoras en materia de gas natural en el mundo.
En el mismo plan se planteó la exploración de diversos tópicos, entre los que estaban los contratos de venta de gas con Venezuela, es decir, el gobierno de Keith Rowley, con Stuart Young como ministro de Energía e Industrias Energéticas, se basó y cumplió a cabalidad el plan que le dejó el gobierno anterior, que era de la premier actual.
Ese plan recoge todas las actuaciones que deberían hacerse con el gobierno de Venezuela, específicamente con nuestros yacimientos. Lo que se tenía que hacer con el campo Dragón y los que tenemos compartidos en la plataforma deltana, específicamente Lorán-Manatee.
Lo que estamos viendo ahora es que el nuevo gobierno de Bissesur está enfocándose más en Lorán-Manatee, que es el bloque 2 de nuestra plataforma deltana, pero ambos estaban contemplados en ese plan porque Trinidad y Tobago afronta un grave problema con respecto a las reservas de gas y ese plan delineaba ya desde hace 10 años lo que debía hacerse.

-La primera ministra dijo que el acuerdo de Dragón “está muerto” y después se refirió a buscar alianzas con Guyana, Surinam, incluso con Grenada, país que según dijo tiene reservas mayores a las del campo Dragón. ¿Es tan viable así que Trinidad y Tobago logre unos acuerdos para reemplazar el gas que se suministraría Venezuela?

-A Trinidad y Tobago le será muy difícil reemplazar el gas de Venezuela por el de Guyana y Surinam porque es una cuestión de viabilidad económica principalmente. Los trayectos son muy largos. La producción actual de Surinam es casi nula y la de Guyana se emplea casi en su totalidad para la reinyección a los yacimientos.
Hay otro aspecto geopolítico como que esos tentativos gasoductos tendrían que pasar por aguas territoriales de Venezuela para llegar a Trinidad y Tobago. Entonces, eso coloca cuesta arriba el tipo de proyectos que está planteando la nueva primera ministra de Trinidad y Tobago. Por tanto, es muy poco probable que eso se ejecute.

-Las autoridades anteriores de Trinidad y Tobago insistieron en que pese a todos los anuncios hechos por la administración Donald Trump en Estados Unidos, iban a hacer la gestión para que se extendieran las licencias que había otorgado el Departamento del Tesoro. ¿Cómo queda esa gestión con el nuevo gobierno trinitense?

-Las licencias fueron revocadas, pero el gobierno de Trinidad y Tobago, junto con Shell, están tratando de negociar la reactivación de estas licencias, sobre todo por el campo Dragón, que es una oportunidad importante. Los niveles de inversión y trabajo que se han ejecutado ahí son de envergadura. Tienes un yacimiento que tiene aproximadamente 3,2 trillones de pies cúbicos en reservas.
En el caso de la plataforma deltana, el bloque Lorán-Manatee se tiene por el lado de Trinidad alrededor de 2 trillones de pies cúbicos. Por el lado de Venezuela tienes 8 trillones de pies cúbicos. Por tanto, están interesados en el gas venezolano.
Como digo, eso lo describieron en su plan maestro de gas, documento que ha regido la acción de ese país en los últimos 10 años y va a continuar mientras Trinidad y Tobago no incorpore nuevas reservas de gas natural. Van a seguir mirando a Venezuela y nosotros estamos muy cerca con Dragón, que tiene una distancia de menos de 30 kilómetros de aguas territoriales de la plataforma Hibiscus, que pertenece a Shell y está del lado de Trinidad.

-¿Quiere decir que el gobierno que encabeza en este momento Kamla Persad-Bissessar estaría manteniendo la idea de seguir gestionando ante la administración Trump una licencia?

-Las últimas declaraciones ya se ve un tono menos agresivo. Ya se están dando cuenta que ciertamente con Dragón se hizo un gran trabajo, que es una muy buena oportunidad para ellos. Y cuando se revisan los trabajos de la plataforma deltana del lado trinitense en el campo Manatee, que es el complemento del campo Loran, ya Shell está haciendo los preparativos para los tendidos de gasoductos de sus instalaciones hacia la zona sur de la isla de Trinidad, donde están las instalaciones para el procesamiento de gas.

-¿En el caso del área de Cocuina-Manakin?

-El lado venezolano ha tenido muy poco desarrollo, las reservas son muy bajas porque son menores a un trillón de pies cúbicos. Es un campo realmente pequeño, que en el pasado cuando se empezó a estudiar, no valía la pena explotarlo por sí mismo, sino que tendría que ir acompañado de la explotación de Lorán-Manatee para que pudiese tener un apalancamiento en la rentabilidad de las inversiones que se tendrían que hacer.

-¿La nueva licencia de la OFAC que se estaría gestionando sería no solamente para el caso de Dragón, sino también el de Lorán Manatee?

-Tenemos entendido que la licencia que estuvo vigente hasta hace pocos meses era bastante general, que permitía al gobierno de Trinidad y Tobago hacer las gestiones para manejar todos los campos que estuvieron relacionados con Venezuela, mantener las negociaciones y llevar adelante principalmente el desarrollo de Dragón, que era lo que se veía más cercano en el momento por la historia de construcción de instalaciones que ya están en sitio.

-Esa frase que dijo la premier trinitense: “El acuerdo de Dragón está muerto”, pareciera más bien que está más vivo y lo que está buscando es justamente reactivarse.

-Es así, fíjate, hay un componente sociopolítico en Trinidad y Tobago que genera mucha polarización. En todas estas islas del Caribe, incluso en Guyana y en Surinam, hay mucha polarización desde el punto de vista político y racial entre negros, chinos, indios y europeos. En algunos sectores económicos de Trinidad y Tobago prevalecen los descendientes de la India, en otros los negros, en menor proporción se encuentran los chinos y los latinos. Pero hay fuertes fricciones tanto políticas como raciales. Toda esta polarización lo que hace es exacerbar la situación, pero después disminuye cuando se involucran los criterios técnicos y se conocen más detalles de los proyectos y se dan cuenta que hay un ganar-ganar para ambos países en estos negocios binacionales.
 

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PUBLICADO: 07 de agosto de 2025
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