Por Alvaro Ríos Roca, * Actual Socio Director de Gas Energy y Drillinginfo
Varios países de América Latina, fruto de elevados precios de materias primas, gozaron entre los años 2004 y 2014 de una boyante década de ingresos y crecimiento económico. En materia energética, se endurecieron los regímenes fiscales para capturar más renta, se generó más nacionalismo con las estatales, se tendió a tener precios subsidiados y pensar que las arcas de estas empresas estatales serían suficientes para inversión futura y generar excedentes.
Los altos precios, posibilitaron además, quiebres tecnológicos y fuerte reducción de costos y mayor penetración de otras fuentes fósiles y nuevas fuentes de energía. Las renovables no convencionales (solar y eólica), aguas profundas y ultra profundas y los shales son los ejemplos más emblemáticos. Con menor producción y desplome de precios, las arcas de las empresas estatales y de los Estados se ven drásticamente reducidas y no hay más platita para gastar a manos llenas.
¿Qué hacer ahora? ¿Pensar que el petróleo retornará a 100 dólares por barril con los frackers como productores marginales a 30 a 40 dólares por barril y con nueva producción en muchos otros países? Imposible. ¿Pensar que los precios del gas natural licuado (GNL) en los distintos Hubs estarán nuevamente entre 12 a 16 dólares por millón de BTU cuando los Estados Unidos y otros países productores tienen inundado el mercado de gas natural? Imposible. ¿Pensar que los precios de la energía eléctrica retornarán a 100 dólares por megavatio hora (Mwhr) con renovables compitiendo a 50 a 70 dólares por Mwhr y combustibles con precios bajos? Imposible.
No queda más que tomar algunas drásticas medidas para captar inversión privada, entre las cuales podemos citar. 1) Introducir incentivos y flexibilizar regulación. 2) Quitar subsidios y levantar precios y tarifas. 3) Vender activos y privatizar unidades de negocio de las empresas estatales de energía. A continuación un breve análisis en algunos países de nuestra región.
Argentina ha quitado subvenciones a derivados del petróleo, precios de gas y electricidad. YPF ha puesto y pondrá a la venta centrales eléctricas y activos en downstream y está cediendo áreas de exploración y explotación (farm outs) para poder continuar realizando inversiones y bajar deuda. También ha establecido precios de gas natural de 6 a 7 dólares por millón de BTU en boca de pozo para destrabar inversiones en Vaca Muerta.
Brasil está en la misma senda. Vendiendo y privatizando un sin fin de activos en toda la cadena al mejor postor, tanto de Electrobras como de Petrobras, mejorando su marco fiscal y regulatorio, quitando subsidios y sobre todo levantando monopolios a estas dos empresas para generar competencia. La Agencia Nacional del Petrólo (ANP) anda de gira por el mundo ofreciendo cientos de áreas en los próximos tres años.
México después de 75 años de un muy férreo nacionalismo asociado a Pemex y también a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está en un proceso de franca apertura y cesión de activos al sector privado en toda la cadena al capital privado, situación que parecían inaudita solo media década atrás. Generar competencia a Pemex y CFE y tornarlas eficientes es el derrotero.
El sector de energía en Venezuela es un caos y muy en silencio se entregan activos de upstream y downstrem para generar liquidez y pagar deuda soberana. En realidad, Venezuela para salir del profundo pozo económico y financiero en que se encuentra, tarde o temprano, tendrá que terminar vendiendo y privatizando activos o unidades de negocio principalmente asociados a PDVSA.
Perú no tiene mucho que vender y si estudia una reforma profunda para dar incentivos fiscales a la exploración y explotación de hidrocarburos. Colombia ya ha introducido mejoras fiscales para atraer aun mayor inversión al sector hidrocarburos y sigue vendiendo activos públicos como Isagen en el sector eléctrico.
Bolivia ha introducido incentivos mejorando remuneración de precios de petróleo y líquidos asociados al gas natural que están por encima del precio actual internacional. Muy posiblemente, en algún momento tendrá que tomar algunas medidas adicionales. Ecuador anda en la misma senda de mejorar términos fiscales para exploración y explotación y está cediendo activos menores de Petroecuador y del sector eléctrico al capital privado y tendrá que hacer más para solventar su elevado endeudamiento.
La necesidad tiene cara de hereje dice el sabio refrán. Una sola tendencia se avizora. Las empresas estatales quedaran achicadas y en competencia con el sector privado.
PUBLICADO: 03 de octubre de 2017